Cuando pensamos en los efectos perniciosos del tabaco, automáticamente nos vienen a la cabeza distintos tipos de cáncer así como problemas respiratorios. Sin embargo, el consumo de tabaco afecta a todo nuestro organismo, incluyendo a la salud de nuestra boca. A continuación, os hablaremos de algunos de los efectos del tabaco para la salud dental: ¡siempre es un buen momento para dejar de fumar!

Cáncer de boca

A pesar de los avances médicos, “cáncer” sigue siendo una palabra que provoca temor debido a las consecuencias graves para la salud que implica esta enfermedad. Además del conocido cáncer de pulmón, fumar también aumenta las posibilidades de desarrollar un cáncer bucal. Y es que, cada vez que inhalamos, los componentes químicos del tabaco inician su recorrido en la boca, pasando por la garganta hasta llegar a los pulmones. 

El gran número de toxinas que contiene el tabaco incluye, no solamente la famosa nicotina, sino también cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono y otros componentes muy perniciosos. La repetición sistemática del consumo de cigarrillos aumenta en gran medida las posibilidades de desarrollar cánceres de boca o de garganta. Incluso los tabacos sin humo -masticables- también pueden provocar patologías similares en mejillas y encías. 

Enfermedades periodontales 

Las encías también se ven afectadas por el consumo de tabaco y fumar aumenta las posibilidades de padecer enfermedades periodontales, como por ejemplo gingivitis. Una de las razones para ello es que la nicotina disminuye el flujo de sangre en las encías, impidiendo que éstas reciban los nutrientes necesarios. 

La infección de las encías y del hueso se produce como consecuencia de la acumulación de bacterias en torno a los dientes. Dado que fumar tiene un efecto negativo en el sistema inmunitario, es más sencillo que el cuerpo presente problemas para combatir las infecciones. De la misma manera, fumar también dificulta los procesos de sanación de las encías, afectando a una buena rehabilitación. 

Efectos estéticos y funcionales 

Aunque el cáncer y otras enfermedades localizadas revisten una gravedad mayor, lo cierto es que existen muchos efectos derivados de fumar que nos afectan a nivel estético y funcional. 

Una de las alteraciones más conocidas es el tono amarillento que adquiere nuestra dentadura cuando fumamos, creando un efecto estético muy poco favorecedor. Tampoco podemos pasar por alto otras consecuencias muy molestas, como la aparición de halitosis -mal aliento- y las alteraciones del gusto que modifican la forma cómo experimentamos los sabores. 

Para evitar todos estos síntomas y enfermedades, es necesario tener fuerza de voluntad y dejar de fumar. Los efectos para nuestra salud, tanto bucodental como general, empezarán desde el mismo momento en que iniciemos el proceso. 

Desde el centro sanitario Clínica Virgen de la Merced, recomendamos las visitas regulares al dentista, tanto si se es fumador como si no. Un especialista del ámbito odontológico puede detectar si existen indicios de ciertas enfermedades, pudiendo prevenir su avance y las consiguientes consecuencias para la salud. ¡Confía en tu dentista para mantenerte saludable!